martes, 18 de agosto de 2020

"Tomar Conciencia"

 


"Tomar conciencia" es una frase que escuchamos a menudo y a la cual no siempre le prestamos demasiada atención, sobre todo los jóvenes, probablemente porque concluye siendo una frase hecha desvinculada de la realidad. Pero...¿es importante tenerla? Contesto: En primer término conciencia es saber qué pasa a tu lado, qué sucede en tu entorno y qué ocurre en el mundo. Conciencia es adoptar el primer rasgo humano con forma racional: sé que acontece en el universo en el que vivo, por lo tanto, sé que debo hacer para transformarlo. Ahora bien, el segundo interrogante que se me ocurre es ¿si los jóvenes tienen conciencia y, muchas veces (por no decir siempre), más libre, flexible y práctica que los adultos, por qué no podemos avanzar hacia un modelo de convivencia individual y colectivo armónico? ¿Por qué nos cuesta abandonar la agresión implícita (y la otra demasiado evidente) en vez de buscar la  tolerancia desde nuestra realidad cotidiana? Se me ocurre pensar que más allá de las transformaciones espontáneas que van generando las sucesivas generaciones en algo falla el sistema, sí, también los adultos, verdad, pero en el fondo hay algo que  involucra directamente a los jóvenes: Esta aparente fragilidad de conciencia juvenil es, en buena parte (sino toda), la falta de un Proyecto Personal que pueda insertarse en un nuevo mundo. En el film alemán "La Ola" podemos observar con que métodos sencillos se puede movilizar la juventud entera y, más allá de los fines, vuelve a mostrarnos que el grado de conciencia necesario para revertir el presente es un proyecto posible, y que son los jóvenes los primeros interesados en actuar ante la presencia de estímulos que sacudan el polvo del hastío, el tedio y el aburrimiento. Los jóvenes existen y, lejos de creer que viven sólo para ellos, están expectantes de que nos organicemos para ser organizados. Conciencia sobra, sólo falta la acción coherente de los adultos para que se movilicen a favor de un lugar, de un pueblo y la humanidad entera. La inercia de los jóvenes no contribuye al cambio pero, cuando la juventud se compromete, la realidad pasa a ser un presente que también nos habla de futuro...

Prof. Carlos Cabrera 

Alumnos Colegio Nacional de San Miguel (2002)

jueves, 13 de agosto de 2020

"La Noche de los Cuadernos Rotos" (Novela)

 

"Recuerdo que estábamos en clase de Historia y la Profesora, que se llamaba Lobos pero le decíamos "Lobito"  porque nos devoraba con una mirada casi salvaje, nos preguntó qué sabíamos sobre el General Roca.... Levanté la mano y contesté: “Por lo que yo sé fue dos veces Presidente de la República y… mató a todos los indios”. Después de algunas carcajadas se escucharon murmullos mientras el Rober me codeaba para que callara. “¡Señor Cabrera, me hace el favor de abandonar la claseme gritó la profesora con fina prepotencia - No voy a permitir ninguna insolencia contra los próceres de la patria. ¡Gracias al General, la Nación todavía existe!”Esa era la calidad de enseñanza a la que estábamos sometidos. Alguien se había apropiado del pensamiento único y manejaba los resortes del poder para conducir marionetas humanas. Por si acaso, por si algo fallaba, estaban ellos, los exterminadores..."

La Noche de los Cuadernos Rotos, Capítulo IV.

"Siempre imaginé que los medios eran el gran monstruo necesario para que todo pareciera, para la gran representación universal dirigida por los poderosos. Solo la voz de los que seguían vivos podría extender la verdad de los hechos tal como sucedieron, no lo verosímil de la construcción necesaria en la que muchos creían. Qué diferencia sutil entre aquello que parece y lo que, efectivamente, es. Un ardid, una trampa, un simulacro en la que es sencillo caer desde la ignorancia y, aún, desde el conocimiento insuficiente e impreciso de la verdad. Por eso, siempre ha sido peligroso el ser pensante, el que pudiera romper el molde del conservadurismo con ideas de vanguardia que acabaría con los privilegios de unos a favor de las mayorías. Casi diría un círculo vicioso de la historia en la que el hombre comete una y otra vez el mismo error. Sin embargo, no todo es freno a la evolución humana. Hay algo a favor de Hegel en contra de las posturas nihilistas de Nietzsche. El hombre universal avanza, da pequeños pasos de calidad, casi imperceptibles para los ojos de una sola vida...El orbe existe, no solo porque Dios lo quiere, sino también porque la especie lo declara".

La Noche de los Cuadernos Rotos, Capítulo XX.


jueves, 6 de agosto de 2020

"Hoy, ni ayer ni mañana"


"Mientras estamos hablando, he aquí que el tiempo, envidioso, se nos escapa: Aprovecha el día..." (Horacio). Esta frase inmortal del poeta latino ha renovado su fuerza categórica para vover a imponerse, ya no solo entre los jóvenes, sino también entre los adultos; estos porque sienten que el tiempo se diluye como agua entre las manos, aquellos porque el concepto futuro es algo demasiado incierto para pensar en él. Como consecuencia lógica de este doble perfil sociológico, nos encontramos frente a una única opción: lo que sucede. Pareciera como si el tiempo se hubiese frenado en un presente perpetuo. Hemos perdido la dimensión del tiempo; ha desaparecido la línea con las observaciones del pasado y las probabilidades del futuro. Hoy pedimos a un alumno/a un trabajo práctico de Historia representado en un segmento, para conocer el proceso, sus causas y consecuencias; para mirar al futuro sin errores, en probabilidades científicas basadas en el ensayo y en el error, para comprender lo vivido, asimilar el presente y actuar, en consecuencia. Pero invalidamos estas premisas en pro del presente, amo y señor del tiempo. Se borra la experiencia, se invalida el futuro, solo late el corazón de la hora en la que se vive, lo demás no cuenta. Mueren los proyectos. Se reduce el espacio habitable, se expande la tierra estéril, se secan los ríos y el átomo de agua se adormece en el aire. Como mucho, nos preocupa el día siguiente. La visión se estrecha en un recorrido lineal que ya ni siquiera araña el horizonte (cuando el verdadero poder creativo está del otro lado), vivimos en un constante "Dark Side of the Earth"; si sucede algo extraordinario, es gracias a un ser extraordinario (que los hay, la ciencia es un fiel reflejo de las excepciones entre los mortales). Mi impresión, tal vez sea una concepción bradburiana del asunto (pero creo que Ray tenía razón, "Crónicas Marcianas" es la metáfora de una hecatombe posible). Carpe Diem, es una bellísima frase, aunque creo, muy mal interpretada por algunos jóvenes y demasiados adultos".

Prof. Carlos Cabrera